La OCDE considera “vital” que España persevere en la reforma del mercado laboral
La situación en el mercado laboral en España ha mejorado de manera continuada durante los últimos tres años, a pesar de que el empleo se mantiene todavía por debajo del nivel previo a la crisis, mientras la tasa de paro es la segunda más alta de toda la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), que considera “vital” insistir en el esfuerzo de reforma para mejorar el rendimiento del mercado de trabajo.
En este sentido, las proyecciones de la OCDE sugieren que los niveles de empleo y desempleo previos a la crisis no se alcanzarán en España a finales de 2018, cuando la tasa de desempleo será del 15,5% y la tasa de empleo del 55,4%.
La organización internacional considera que la reforma del mercado laboral español de 2012 ha ayudado a mejorar el desempeño en el empleo y abordar la segmentación del mercado de trabajo “fortaleciendo la capacidad de los empleadores para responder a los shocks”.
“A fin de mejorar aún más el rendimiento, sería vital proseguir el esfuerzo de reforma, en particular, desarrollar y coordinar políticas activas del mercado de trabajo regionales para ayudar a los desempleados a encontrar empleo, así como mejorar la evaluación y el seguimiento de estas políticas”, apunta la OCDE en su informe ‘Perspectivas de Empleo 2017’.
El documento, que presenta un cuadro de indicadores comparativo del rendimiento del mercado de trabajo con una visión general de las fortalezas y debilidades de los diferentes mercados laborales nacionales, señala que el mercado de trabajo español “tiende a situarse por debajo del promedio de la OCDE en todos los indicadores, con excepción de la calidad de ingresos en la que España se sitúa apenas en el promedio y la brecha de género que está 1,6% por encima”.
A este respecto, la organización destaca que en la última década, España ha mostrado mejoras significativas en la calidad de sus ingresos, mientras que, por el contrario y en línea con la mayoría de los países de la OCDE, la seguridad del mercado de trabajo ha empeorado y la proporción de personas en edad de trabajar que viven en hogares pobres ha aumentado, en gran medida como resultado de la profunda y prolongada crisis económica.